Dentro de distintas tradiciones, sobretodo orientales, se da enorme importancia no solo a llevar una dieta saludable, sino a la manera en la ingerimos la comida. Por ejemplo, la cocina ayurveda te recomienda masticar lentamente cada alimento, lo cual permitirá una mejor digestión. En el caso del Zen, aplicando la misma perspectiva que emplea para cualquier actividad, te sugieren vivir plenamente el instante, idealmente en silencio, y haciendo conciencia en cada movimiento.
A continuación una serie de recomendaciones que permiten transformar una comida, cena, o desayuno, en una verdadera sesión meditativa. Lo anterior conlleva múltiples beneficios, por ejemplo evitar desórdenes alimenticios o problemas gastrointestinales, aprovechar mejor los nutrientes activos de cada alimento, gozar de una digestión ágil, y combatir el sobrepeso, la diabetes, y otros males.
La atención
Al igual que con cualquier otra
actividad que lleves a cabo, lo ideal es fijar tu atención plena en el
comer. Así, inevitablemente, iras registrando cada sabor y textura, la
temperatura y la consistencia de cada alimento. Lo anterior
probablemente enriquezca la experiencia misma, y facilité la comunión
entre tú y aquello que estás ingiriendo.
El ritmo
Procura ingerir tus alimentos despacio.
El masticar entre diez y quince veces cada bocado permitirá a tu
estómago procesar con mucho mayor facilidad la comida. Además, el
alimento tendrá tiempo de hacerse sentir en tu estomago antes de que
hayas terminado de comer, lo cual evitará que comas más de lo necesario.
El silencio
En la medida de lo posible, procura al
menos algunas de tus comidas, realizarlas en silencio, e idealmente sin
distracciones como el teléfono, la televisión, o incluso la lectura.
“Saborea el silencio junto con tus alimentos”, dicen algunos.
El agradecimiento
En muchas culturas se acostumbra, a modo
de ritual introductorio, dar gracias o bendecir los alimentos. Esto,
más allá de hábitos religiosos o modismos neo-místicos, facilita el que
valoremos la posibilidad de acceder a las viandas que tenemos delante –y
en todo caso hay buenas razones para pensar que el agradecimiento es,
en cualquier contexto, un sano recurso existencial.
Twitter del autor: @ParadoxeParadis
Fuente: http://www.ecoosfera.com/2013/09/la-forma-en-la-que-comes-es-tan-importante-como-el-propio-alimento/
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