martes, 16 de abril de 2013

El Cerebro Humano por Enric Corbera



El cerebro humano tiene partículas de magnetita, por lo tanto nosotros estamos influenciados por el campo magnético. De alguna forma como las aves migratorias y otros animales emplean los flujos del campo magnético para seguir sus rutas migratorias.
La pregunta es: ¿Cómo nos afecta esto a nosotros?

Albert Einstein de alguna forma nos orienta en la dirección correcta y nos dice:

Tendremos que pensar de un modo sustancialmente  nuevo si queremos que la humanidad sobreviva”.

Nunca sabremos que tenía Einstein  en mente cuando hizo esta declaración profética.(fuente: Gregg Braden , El Tiempo Fractal, pág. 201 Ed. Sirio)

Las emociones del corazón que nos caracteriza como seres humanos parece influir en los campos magnéticos terrestres. Ello interacciona con los cambios climáticos y hasta la paz entre las naciones.
El campo magnético del corazón es hasta 5000 mil veces superior que el campo magnético del cerebro.Todos estos descubrimientos llevan implícito unas connotaciones fundamentales con relación a nuestro planeta y a todo lo que acontece en él.


La primera implicación a nivel de nuestro universo local, o sea, nuestro cuerpo, es que el campo magnético del corazón responde a la calidad de nuestras emociones. Las emociones llamadas positivas aumentan el equilibrio físico de las hormonas y del ritmo cardíaco, así como la claridad mental y la productividad. Las emociones negativas  influyen hasta mil cuatrocientas alteraciones bioquímicas, entre las cuales están el desequilibrio hormonal, trastornos del ritmo cardíaco, la falta de claridad mental y bajo rendimiento.
a segunda implicación sería que la relación que existe entre el corazón humano y el campo magnético de la Tierra, sugiere que “las fuertes emociones colectivas tienen un impacto significativo en el campo geomagnético de la Tierra.

Howard Martin uno de los pioneros del Instituto HeartMath nos dice:
Podríamos entender el corazón como un centro de control principal, que va mandando señales al resto de nuestro cuerpo. Hoy sabemos que la función cerebral depende mucho de las señales que manda el corazón”.

El mismo autor nos confirma que el cambio de emociones que experimenta el sujeto produce un cambio en el campo magnético de su corazón.
Con esta toma de conciencia desarrollamos una nueva inteligencia, la podemos llamar inteligencia emocional. Esta inteligencia será cada vez superior cuando vamos tomando conciencia de nosotros mismos. Cuando nuestra relación emocional se equilibra y ello se consigue cuando ponemos nuestro cerebro a las órdenes de nuestro corazón.
En nuestra sociedad actual, esto es totalmente impensable, vivimos en un mundo muy mental, muy racional, muy cartesiano. Estamos ante el gran cambio de paradigma comparable al descubrimiento histórico de Copérnico: ¡¡¡Es la Tierra que da vueltas alrededor del Sol y no al revés!!!
Ahora la historia nos pide este cambio y consiste en que debemos de hacer girar nuestras decisiones alrededor del corazón y la mente debe (con su raciocinio) llevarlas a la acción. El corazón es el Sol de nuestro universo personal, él nos alumbra con sus intuiciones, intuiciones que provienen de la luz de nuestra alma.

Terapia

Sabemos que nuestras emociones vienen determinadas en la forma de gestionar nuestras percepciones y estas son muy subjetivas. La terapia consistiría en tomar conciencia de estas percepciones, de como nos afectan a nuestra fisiología y como alteran la coherencia magnética del corazón. Esto hace que nuestras decisiones no sean lo más acertadas posible porque nuestra comunicación corazón/cerebro está alterada. La alteración la podríamos describir como ruidos que hacen que la comunicación sea poco fluida e ininteligible.

La inteligencia del corazón es muy rápida, de carácter intuitivo y también es muy práctica. Una forma de aumentar la coherencia de  nuestro corazón, es mediante técnicas de relajación centradas en la respiración y prestando atención a nuestro corazón y todo ello acompañado de pensamientos positivos. Técnicas como la sofrología son adecuadas para conseguir esta coherencia.
Nunca nos olvidemos que la coherencia se manifiesta en la armonía de las funciones biológicas de nuestro cuerpo y en la armonía de nuestras emociones,  como la alegría y el estado de compasión por lo que nos rodea y todo ello lleva a un estado de bienestar llamada Paz Interior.
Debemos de conectarnos con nuestro corazón, mediante respiraciones centradas en él. Visualizar como nuestro corazón respira y comprender que respira emociones (información) y que éste las envía a todo el cuerpo.
¡¡Mantengamos limpio nuestro corazón de emociones dañinas!!

La importancia del cerebro en la enfermedad

La conexión cerebro/corazón/cuerpo, la Nueva Tri-biología
Se ha descubierto magnetita en el cerebro, ello hace que éste se halle sujeto a la influencia de los campos magnéticos, pero sobretodo a la influencia del campo magnético del corazón.
Esto explicaría los anillos del Dr. Hamer, los cuales se presentan de una forma concéntrica. Y la explicación sería, que cuando nosotros alteramos la coherencia magnética del corazón, éste envía una información a nuestro cerebro el cuál la procesa biológicamente alterando las neuronas correspondientes. Dicho de otro modo alterando el campo magnético del cerebro; esta alteración produce una respuesta fisiológica que se manifiesta en nuestro cuerpo, el cual responde a modo de “eco” a la alteración cerebral. Esta alteración afecta al campo magnético de la célula hasta tal punto que pierde su coherencia y la desconecta de la realidad.

El cáncer sería la máxima expresión de esta falta de coherencia. Una célula cancerígena es una célula que ha perdido su rumbo, se desconecta de la realidad, ha perdido su apoptosis, esto quiere decir que no muere. Su muerte es la destrucción del todo, en este caso el cuerpo. La persona que tiene cáncer es el reflejo de sus células, su vida es una gran falta de coherencia, es una persona totalmente desconectada de la realidad; su mente vive en un mundo desconectado de los dictados de su corazón.

Estas personas creen que hacen las cosas por amor a los demás y las hacen como consecuencia del desamor que se tienen a sí mismas. Personas que viven en la culpabilidad y esta emoción produce verdaderos estragos en la coherencia magnética del corazón. No escuchan a su corazón, escuchan a su mente y creen que lo que éste piensa o dice proviene de su corazón.

Nada más lejos de la realidad el corazón envía los mensajes y la mente no escucha, solo interpreta los mensajes que vienen del exterior; los racionaliza y se alteran emocionalmente y estos cambios emocionales afectan al corazón y entonces éste le cuesta encontrar la coherencia, su campo magnético disminuye y la fuerza de respuesta se apaga, su mensaje no tiene eco y entonces sobreviene la muerte corporal, sencillamente porque no hay comunicación entre corazón y mente.
Por eso el corazón no padece cáncer, él sencillamente se desconecta cuando sus dictados son ignorados.

Fuente: http://www.enriccorbera.com/blog/curso-milagros/el-cerebro-humano-parte-i/38





2 comentarios:

  1. que buena reflexion,para cambiar a forma de afrontar y mirar la vida

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  2. Gracias Enric por todo lo que nos compartes es muy importante aprender a vivir bien y tus lecciones nos enseñan eso ,que dios te bendiga siempre junto a tu familia, gracias .

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